“Más allá del vacío del Universo vienen todas las cosas”.
La teoría Taoísta plantea: “Tu miras el cielo y solo ves vacío, pero cuando miras a través de un telescopio, ves reveladas muchas otras cosas como la luna y las estrellas”. De la nada viene el Todo, y esta sería la mejor manera de definir el cero en la Numerología.
Representado por un círculo, carece de principio y de fin. La expansión ilimitada de las energías y de las vibraciones.
Es aquello que aún no es, pero que puede llegar a ser. Es la luz potencial, puede serlo todo.
Fueron los indios los encargados de dotar de simbolismo metafísico la abstracción del cero, volviéndolo la clave del sentido existencial.
Para Pitágoras era “el huevo Cósmico” que contiene Todo, y desde donde nace la primera energía, antecede a todo, es la preparación del inicio, la eclosión.
El cero no tiene valor numérico, por lo tanto en la numerología, cuando aparece ya sea en la fecha de nacimiento o como la ausencia de números en la Tabla numerológica, se entiende que se deberá trabajar un poco más para poder llenar de luz ese vacío aún “no manifestado”.
En la reducción numerológica no aparece el cero, por ejemplo 20 se reduce al significado del 2.
Sin embargo ese cero será el portador de las potencialidades de ese 2, porque el vacío puede llenarse de toda la energía vibracional del número que lo acompaña.
Pero sin el conocimiento ni el esfuerzo de llenar de luz y potencia el contenedor de esta energía ilimitada, puede simplemente transformarse en un punto muerto, y por lo tanto la posibilidad de potencialidad se convierte en reductora de energía, con lo que el trabajo de evolución puede tornarse más arduo.
El cero es el Ser que deberá ir potencializando y llenando de Luz ese aparente vacío que contiene toda la energía de los 9 números simples, escalones en el ciclo evolutivo de la Numerología.
Autora: Diana Karina Prevende, Numerología Intuitiva © – AlmaNumérica ©
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